“Un corazón que da y recibe”
La historia de Miguel Huerta es un ejemplo de amor y sacrificio. A los 18 años, donó uno de sus riñones a su padre, demostrando la profundidad de su amor familiar. Ahora, a los 38 años, enfrenta un nuevo desafío después de sufrir un infarto. Diagnosticado con síndrome metabólico, una condición que afecta la capacidad del cuerpo para eliminar grasas y que puede provocar obstrucciones en las arterias, Miguel se sometió a un cateterismo de urgencia para salvar su vida.
Con una esposa y dos hijas que dependen de él, Miguel enfrenta ahora una deuda médica significativa, superior a los $200,000 pesos, cantidad que no puede cubrir por sí solo. Por eso, solicita la ayuda de personas solidarias para saldar esta deuda y poder seguir adelante con su vida y la de su familia.
Cada aportación, por pequeña que sea, puede hacer una gran diferencia en la recuperación de Miguel y en la estabilidad de su familia. Su historia es un recordatorio de la importancia de la solidaridad y el apoyo en momentos difíciles.