Hola, mi nombre es Ana Karen Ramos Landero, tengo 36 años y soy originaria de Tenosique de Pino Suárez, Tabasco. Tengo dos hijos, uno de ellos de apenas 10 años que depende de mí, toda mi vida he sido una mujer trabajadora en el campo, en una zona rural.
Hace un año y cuatro meses fui diagnosticada con un TUMOR DE HUESO DE CÉLULAS GIGANTES (TCG) en la pelvis y pierna izquierda (enfermedad diagnosticada como rara, en promedio sólo 200 casos nuevos cada año en México). A pesar de que es un tumor benigno, se comporta como uno maligno o peor aún, ya que avanza con rapidez destruyendo el hueso, actualmente ya destruyó parte del área del pubis y sigue afectando otros órganos.
Desde entonces, mi vida ha cambiado por completo, he recorrido 3 hospitales: Villahermosa, Tabasco, al Hospital Juan Graham Casasús, pero lamentablemente no contaban con el tratamiento para atender mi caso, perdí tres meses de valioso tiempo, por lo que me trasladé a la Ciudad de México en Agosto de 2024.
Ahí, en el Instituto de Rehabilitación y Ortopedia, permanecí tres meses, pero la única solución que me ofrecían era una hemipelvectomía (amputación parcial de la pelvis), ya que el tumor había avanzado. Me negué a perder mi extremidad (pierna izquierda) y decidí buscar una tercera opinión médica.
Gracias a Dios, en Enero de 2025 fui aceptada en el Instituto Nacional de Cancerología INCAN, donde empecé a recibir tratamiento con el medicamento Denosumab, pero mi tumor no respondió favorablemente por el gran tamaño que ahora tiene de mas de 18 cm. y ha seguido creciendo. El Dr. Clara responsable del área junto con los demás especialistas, me proponen un procedimiento llamado CRIOABLACIÓN, el cual congela el tumor a muy bajas temperaturas -40°C y poder quitarlo con menos riesgo, ya que se requieren de cirugías adicionales.
Esta es mi única esperanza para evitar la amputación y salvar mi vida.
Lamentablemente el Instituto no cuenta con el equipo y es necesario rentarlo, tiene un costo aproximado por día/cesión de $180,000 pesos, una cantidad que no está a mi alcance y se requiere cuando menos de 2 a 3 cesiones.
Hoy recurro a ustedes con el corazón en la mano. Cualquier apoyo, por pequeño que sea, será una gran bendición para poder recuperarme. No cuento con seguro médico y el tiempo corre en mi contra. Les agradezco por tomarse el tiempo de leer mi historia. Si puedes ayudarme o compartir mi caso, te estaré muy agradecida.
Actualmente para solventar mi estancia en la Ciudad de México, me ofrecieron capacitación para trabajar en línea con una computadora y pongo todo de mi parte para seguir adelante.
Creo en Dios, en la Virgen de Guadalupe, tengo fé en poder sanar y regresar con mi familia.